En diseño solemos hablar de accesibilidad, usabilidad y de centrarnos en el usuario. Pero ¿cómo aplicar estos principios a las interacciones que tenemos con todos los tipos de usuarios?
Esta es la tarea del diseño inclusivo. Es una invitación a tener en cuenta la diversidad de personas para evitar que, de uno u otro modo, los excluyamos de los servicios y los canales digitales.
El diseño inclusivo reconoce la diversidad de capacidades, orígenes e historias de las personas.
Tiene en cuenta las necesidades de usuarios con dificultades de acceso y uso de servicios digitales.
En lugar de ofrecer una sola experiencia con alta accesibilidad, ofrece experiencias diferenciadas y variadas.
¿Cómo lograr experiencias diferenciadas y variadas?
Aquí hay cinco consejos prácticos para empezar:
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Permite el modo oscuro y que se pueda aumentar el tamaño del texto
Para los adultos mayores, dos de los principales problemas para interactuar y leer son el alto contraste de luz de las pantallas y los tamaños de letra reducidos. -
Permite que las personas escriban sus nombres y apellidos con caracteres especiales
A los hispanohablantes nos pasa: tenemos caracteres que no están en el inglés, como las tildes.
Y como no pueden escribir bien sus nombres, muchas personas tienen luego problemas para autenticarse, verificar datos o hacer reclamos. -
Evita el binarismo en las opciones de género y dirígete siempre al usuario con su elección
Por ejemplo, Tinder ofrece más de 30 maneras de identificarse, no sólo como hombre o mujer.
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Incorpora interfaces de audio, no sólo gráficas
Para las personas con discapacidades visuales, es importante contar con un UX y un UI que les permita interactuar plenamente con servicios y canales digitales. -
Usa Ilustraciones e imágenes que reflejen la diversidad de usuarios
Las personas son muy diferentes, y es importante que, en la medida de lo posible, encuentren representatividad en los productos y servicios que usan y consumen.
No olvides adaptar todo esto a tu sistema de diseño.
¿Qué otras acciones prácticas conoces? ¡Cuéntanos de ellas!
